viernes, 26 de enero de 2007

Un espectáculo como cualquier otro

Maritza Espinoza, del área de espectaculos de La República llama la atención hoy sobre el anuncio de la televisión estatal colombiana de pasar en vivo y en directo, dos días a la semana, los testimonios de paramilitares sometidos ahora a la justicia, contando los asesinatos, masacres, desapariciones y torturas que cometieron en el marco del conflicto armado.

La cosa empieza a las 8 de la mañana, será sin censuras de ningún tipo y solo colocará un anuncio sobre el contenido no apropiado para los niños y niñas.

Este aparantemente inútil rascarse las heridas, se justifica como la necesidad de toda la sociedad colombiana de conocer la verdad, por dura que sea, y como un reconocimiento público de las responsabilidades de los autores de los crímenes, que además deberán pagar mínimo 8 años de carcelería (por confesar sus crímenes) y reparaciones económicas. Se anuncia además que pronto se pasarán los testimonios por radio, que es en realidad el único medio de comunicación que llega a la mayorías del país.

También en nuestro país se intentó algo parecido, hace un par de años, durante las audiencias públicas de la Comisión de la Verdad. No obstante, su impacto mediático fue muy escaso. Al final pasó desapercibido, como un espectáculo más, con poca publicidad y bajo raiting. Además, la mayoría de testimonios fueron brindados por víctimas, no por autores de crímenes (se puede acceder a grabaciones en el Centro para la Memoria Colectiva de la Defensoría del Pueblo).

Luego de escuchar por canal siete un testimonio duro, quizá traducido del quechua ¿qué sintieron los peruanos? No mucho al parecer, lo cotidiano solo agregó un recuerdo más, acostumbrado a construirse de pequeños y grandes horrores.

Me pregunto además, si los crminales colombianos contarán las violaciones sexuales del mismo, modo, con la misma facilidad, con que cuentan asesinatos y desapariciones. Porque hasta el horror tiene su escala. Habrá que ver.

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